La fibrosis quística (FQ), es un trastorno genético que de manera
primordial lesiona los pulmones y el aparato digestivo, no obstante, puede
tener como resultado complicaciones fatales como daño hepático y diabetes.
El gen defectuoso causante de la FQ conlleva a la formación de un moco más
espeso y pegajoso de lo normal. Este moco espeso es difícil de ser expulsado
por parte de los pulmones, dificultando la respiración y provocando la
aparición de infecciones pulmonares graves.
El páncreas también se ve afectado por la presencia de esta mucosidad al
impedir que las enzimas pancreáticas descompongan de manera adecuada los
nutrientes.
Los trastornos digestivos resultantes pueden originar desnutrición. A nivel
del aparato genitourinario masculino, esta mucosidad excesiva pude obstruir
los conductos deferentes que transportan los espermatozoides desde los
testículos a la uretra y provocar infertilidad. La FQ pude convertirse en un
trastorno grave con el desarrollo de complicaciones potencialmente fatales. La
causa más común de muerte en pacientes con fibrosis quística es la insuficiencia respiratoria.
Causas
La fibrosis quística es un trastorno hereditario. El paciente afectado hereda
el gen defectuoso de ambos padres. Este gen alterado contiene códigos para
producir una
proteína (CFTR)
que regulará el flujo de agua y sal fuera de los órganos en especial pulmones
y páncreas. De esta forma, en la fibrosis quística el balance de sal está
alterado lo que lleva a que muy poca sal y agua salga de las células y a la
producción de un moco espeso y pegajoso.
Las personas que solo tienen un gen defectuoso de uno de los padres son
llamadas portadores y no desarrollan la enfermedad ni sus síntomas. Para que
los pacientes tengan el padecimiento, ambos padres deben ser portadores del
gen defectuoso.
Síntomas
La FQ puede cursar con diversidad de manifestaciones. El trastorno respiratorio junto a la malabsorción intestinal es el modo clásico de presentación, aunque un importante número de pacientes inicia con deshidratación hiponatrémica (bajo nivel de sodio en sangre).
Edad de inicio
La edad a la que se inician los síntomas varía de manera notable. En algunos
pacientes los síntomas se inician durante la lactancia, mientras que otros
están asintomáticos hasta la adolescencia o al comienzo de la etapa adulta.
A nivel respiratorio, el lactante puede iniciar con tos seca, en ocasiones
acompañada de dificultad respiratoria y sibilancias. Los niños preescolares
pueden referir tos blanda, emetizante (acompañada de vómito) y episodios de
broncoespasmo (estrechamiento de los bronquios).
Evolución de la enfermedad
A medida que el niño crece los síntomas se hacen más evidentes especialmente
cuando se desarrollan bronquiectasias (daño de los bronquios). La tos
posteriormente se vuelve productiva y de aspecto amarillo-verdoso y con mucha
viscosidad. Los pacientes pueden sufrir cuadros de
neumonía a repetición que en algunos casos se puede complicar con neumotórax
(atrapamiento de aire en los pulmones).
En algunos enfermos se pueden confundir los síntomas con un cuadro de asma
agravado. Con la progresión de la enfermedad aparecen acropaquias (deformidad
de los dedos de las manos en palillos de tambor).
La
pansinusitis es un hallazgo muy frecuente en los niños con FQ (90-100% de los casos) e
incluso en niños mayores se pueden desarrollar pólipos nasales. La presencia
de esputo con sangre indica por lo general, una exacerbación del
trastorno.
Alteraciones digestivas
A nivel del páncreas, el 85% de los pacientes padecen una insuficiencia
pancreática manifiesta. La insuficiente función del páncreas en los niños,
desencadena malnutrición, falta de crecimiento y el déficit de vitaminas
liposolubles (A, D, E, K) si no se implementa un tratamiento adecuado.
En niños mayores y adultos jóvenes se puede presentar disfunción de los
islotes pancreáticos, lo que da lugar a una intolerancia a la glucosa e
incluso a una diabetes mellitus. Los recién nacidos pueden presentar parálisis del movimiento intestinal,
por la presencia de meconio (heces que se forman en el tubo digestivo del
feto) y la mayoría hacen insuficiencia pancreática.
En niños mayores y adultos puede presentarse un cuadro parecido, llamado
síndrome de obstrucción intestinal distal, que se manifiesta con dolor
abdominal y acumulación de heces en el cuadrante inferior derecho del abdomen.
El prolapso del recto suele manifestarse durante los primeros cinco años de
vida y está asociado a desnutrición y esteatorrea (heces con grasa); entre
otros trastornos digestivos se encuentran: úlcera duodenal, invaginación
intestinal y apendicitis. Entre los trastornos hepato-biliares puede haber
hígado graso, cirrosis biliar, colecistitis o colelitiasis.
Glándulas sudoríparas
La afección de las glándulas sudoríparas está determinada por la pérdida de sodio y cloro por el sudor, y es uno de los rasgos más importantes de este padecimiento. La pérdida crónica de sal condiciona que el individuo sufra una disminución en la concentración de electrolitos en el sudor.
Aparato reproductor
A nivel del aparato reproductor masculino se puede presentar infertilidad por el desarrollo anormal de los conductos deferentes o por ausencia de los mismos. Las mujeres presentan disminución de la fertilidad por aumento de la viscosidad del moco cervical (útero), y por una mayor frecuencia de pólipos uterinos.
Diagnóstico
Por lo general, la fibrosis quística se diagnostica por medio de una prueba de
sudor. En la muestra de sudor recogida se mide el nivel de cloruro que es uno
de sus componentes. Niveles elevados de cloruro son indicativos de fibrosis
quística.
También se pueden llevar a cabo exámenes genéticos analizando células de las
mejillas o por medio de muestras de sangre. Estas pruebas permiten determinar
si una persona porta el gen defectuoso de la FQ y también para diagnosticar la
enfermedad cuando las pruebas en el sudor son dudosas. La edad del diagnóstico
de FQ es a los 2 años en más del 75% de los casos.
Tratamiento
La fibrosis quística es un padecimiento que no tiene cura, el tratamiento está
encaminado a controlar los síntomas, reducir las complicaciones y mejorar la
calidad de vida del paciente. Debido a que la FQ es un trastorno complejo, el
tratamiento también lo será, y por lo tanto se requiere un equipo
multidisciplinario que incluya varios tipos de especialistas.
Los objetivos del tratamiento son el control de las infecciones, eliminar el
moco en exceso de los pulmones, evitar la obstrucción intestinal y promover
una dieta balanceada.
Los medicamentos que se utilizan comprenden antibióticos para tratar las
infecciones, analgésicos y antiinflamatorios para reducir la inflamación de
las vías respiratorias, fármacos que ayuden a diluir las mucosidades para que
puedan ser expulsadas con mayor facilidad de los pulmones.
Además, se utilizan enzimas pancreáticas para mejorar la función digestiva y
la absorción de los nutrientes.
Dr. William Bonifaz B.
Doctor en Medicina y Cirugía
Reg. Prof.
9871
Referencias
- http://atlasgeneticsoncology.org/Educ/CistFibID30032SS.html
- https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/cystic-fibrosis/symptoms-causes/syc-20353700
- https://www.radiologyinfo.org/sp/info.cfm?pg=cysticfibrosis
- https://kidshealth.org/es/parents/cf-esp.html
- https://www.healthychildren.org/Spanish/health-issues/conditions/chronic/Paginas/Cystic-Fibrosis.aspx
- https://www.orpha.net/consor/cgi-bin/OC_Exp.php?Expert=586&lng=ES
- https://rochepacientes.es/fibrosis-pulmonar-idiopatica/vs-quistica-pulmonar.html