Cáncer de Tiroides: Síntomas, Causas, Diagnóstico, Tratamiento

 


El cáncer de tiroides es una tumoración maligna que afecta a esta glándula. Esta enfermedad es poco frecuente. El cáncer tiroideo generalmente responde de manera adecuada al tratamiento (excepto el cáncer anaplásico), y también puede ser erradicado mediante cirugía, además de yodo radiactivo.

 

Epidemiología

De acuerdo a la American Thyroid Association el año 2016 se diagnosticaron en Estados Unidos 64 000 nuevos casos de cáncer de tiroides en comparación con más de 240 000 casos de cáncer de mama y 135 000 casos de cáncer de colon.

Según cifras del (INEC) Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, el cáncer tiroideo afecta a 54.809 personas en el Ecuador, de los cuales el 67% aproximadamente (36.804) corresponde al sexo femenino. En nuestro país es el tercer cáncer que más afecta a las mujeres después del de seno y de cuello uterino.

Causas

Es más frecuente en pacientes con exposición de la glándula tiroides a la radiación, en individuos con antecedentes familiares de cáncer tiroideo y en personas mayores de 40 años. No obstante, en muchos pacientes no suele determinarse una causa específica.

La exposición a la radiación liberada durante los accidentes nucleares de Chernobyl 1986 en Rusia o el desastre nuclear en Fukushima, Japón en 2011, también se han asociado a un aumento del riesgo de desarrollar cáncer de tiroides, principalmente en niños expuestos, y los tumores malignos pueden observarse hasta 40 años posterior a la exposición.

 

Factores de riesgo

Algunos factores de riesgo incluyen: 


  • Sexo femenino.
  • Antecedentes familiares de cáncer de tiroides.
  • Edad (Mujeres entre 40-59 años). 
 

Tipos de Cáncer de Tiroides

Existen algunos tipos de cáncer tiroideo entre los cuales tenemos:

-Cáncer papilar de tiroides. Es el tipo más común de cáncer que afecta a la tiroides, representando el 70-80% de los cánceres que infiltran a esta glándula. El cáncer papilar puede presentarse a cualquier edad, es de lento crecimiento y de manera frecuente se extiende a los ganglios linfáticos del cuello. No obstante, a diferencia de otros tipos de cáncer, el de tipo papilar tiene un buen pronóstico, a pesar de que se haya diseminado a los ganglios linfáticos.

-Cáncer folicular de tiroides. El cáncer folicular representa el 10-15% de los cánceres tiroides en Estados Unidos. El cáncer folicular tiene más probabilidad que el papilar de extenderse a otros órganos, especialmente los pulmones y los huesos. Desde el punto de vista histológico los cánceres papilar y folicular se los denomina como cánceres de tiroides bien diferenciados (CTD).

-Cáncer medular de tiroides. El cáncer medular de tiroides (CMT) representa alrededor del 2% de todos los tipos de cánceres tiroideos. Se estima que un 25% de todos los CMT suele ocurrir en familias y están asociados con otros tumores endócrinos. En los miembros de la familia de una persona afectada, una prueba para detectar una mutación genética en el oncogén RET puede llevar a un diagnóstico temprano de cáncer medular de tiroides, y como resultado a una cirugía curativa.

-Cáncer anaplásico de tiroides. Es el tipo de cáncer tiroideo más agresivo y el que tiene menos probabilidad de curación. Afortunadamente, es muy poco frecuente y representa menos del 2% de todos los tipos de malignidad de la glándula. 


Síntomas

El signo más importante del cáncer de tiroides es un abultamiento (nódulo) en la glándula; en cuanto a la presencia de molestias, éstas no suelen ser evidentes; cuando están presentes incluyen: 


  • Hinchazón del cuello.
  • Dolor en la parte anterior del cuello.
  • Voz ronca.
  • Dificultad para ingerir alimentos (disfagia).
  • Dificultad para respirar.
  • Tos persistente. 
 

Diagnóstico

El diagnóstico está basado en la exploración clínica, los estudios de laboratorio y de imágenes.

-Examen clínico. El médico palpará el cuello, la glándula tiroides, la garganta y los ganglios linfáticos.

-Estudios de laboratorio. Por lo regular, las pruebas de función tiroidea son normales; podrían estar alteradas en caso de que haya una tiroiditis (inflamación) acompañante. El cáncer folicular puede elaborar una importante cantidad de hormona T₄ que sea capaz de suprimir la TSH y desencadenar hipertiroidismo manifiesto.

La tiroglobulina sérica (proteína elaborada por células de la tiroides) está elevada en la mayoría de los cánceres papilares y foliculares metastásicos (que se han diseminado), lo que la vuelve en un marcador útil para descubrir metástasis o recurrencias.

Las concentraciones séricas de calcitonina casi siempre se elevan en el cáncer medular tiroideo, lo que la constituye en un marcador para enfermedad metastásica. No obstante, hay que indicar que la calcitonina sérica puede elevarse en muchos otros trastornos como la tiroiditis, embarazo, azoemia, hipercalcemia y en otros tumores malignos como feocromocitoma, tumores carcinoides y cáncer de pulmón, páncreas, de mama y colon. 


Estudios de imágenes

Los estudios de imágenes comprenden:

  • Ecografía de cuello. Es muy útil para sistematizar el cáncer de tiroides en esta zona, tanto para el diagnóstico inicial como para el seguimiento y controles posteriores; permite determinar el tamaño del tumor así como también para establecer sitios de metástasis en el cuello.
  • Gammagrafía con yodo radiactivo. Este examen se lo utiliza después de haberse llevado a cabo la extirpación de la tiroides por un cáncer en esta glándula.
  • Tomografía y Resonancia. A través de la tomografía computarizada se puede demostrar la presencia de metástasis y en especial tiene mucha utilidad para ubicar y dar seguimiento a las metástasis que aparecen en el pulmón, aunque tiene menor sensibilidad que la ecografía para bosquejar metástasis en la región del cuello. La resonancia magnética es muy precisa cuando se quieren obtener imágenes de metástasis óseas.
  • Tomografía por emisión de positrones. Tiene mucha utilidad para localizar metástasis de cáncer de tiroides que no captan suficiente yodo para ser detectados con yodo radiactivo.


Las metástasis se localizan mejor con barrido de tomografía por emisión de positrones con un marcador radiactivo como el ¹⁸F-fludesoxiglucosa (¹⁸F) de cuerpo entero, cuya sensibilidad para detectar cáncer de tiroides diferenciado puede mejorarse si el paciente afecto es hipertiroideo o está tomando tirotropina, lo que incrementa la actividad metabólica de este tipo de malignidad. 


Tratamiento

El cáncer de tiroides debe ser tratado por un equipo de especialistas que incluye a endocrinólogos y oncólogos, y está basado en cirugía y terapéutica médica.

Dr. William Bonifaz B.
Doctor en Medicina y Cirugía
Reg. Prof. 9871 

 

Referencias



















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