La depresión es un trastorno caracterizado por disminución del ánimo y
rechazo a la actividad. Puede afectar a los pensamientos, el comportamiento,
la motivación, los sentimientos y la sensación de bienestar de una persona.
Además, se puede acompañar de tristeza, dificultad para pensar y concentrarse.
De igual manera puede haber un aumento o disminución significativa del apetito
y del tiempo que la persona pasa durmiendo. Los individuos que experimentan
depresión pueden desarrollar sentimientos de abatimiento, desesperanza y, en
ocasiones, pensamientos suicidas. Se dice que el síntoma principal de la
depresión es la anhedonia.
Este término (anhedonia) se refiere a la pérdida de interés o a la
pérdida de la sensación de placer en ciertas actividades que por lo general
alegran a las personas. Los trastornos del ánimo caracterizan a algunas
alteraciones como el
trastorno depresivo mayor
o la distimia (estado depresivo crónico).
Factores asociados a la depresión
Se pueden establecer algunos factores que en mayor o en menor medida pueden influir en la aparición de un cuadro depresivo.
Acontecimientos pasados
Desórdenes afectivos ocurridos en la infancia, como duelo, abuso mental y
físico, abuso sexual y el trato desigual de los padres hacia sus hermanos,
puede contribuir a la depresión en la edad adulta.
El abuso físico o sexual en la infancia, en particular, se correlaciona de
manera significativa con la probabilidad de experimentar depresión a lo largo
de la vida de una persona.
Los acontecimientos y cambios en la vida que pueden originar un estado
depresivo incluyen el parto, la menopausia, problemas financieros, desempleo,
estrés (por ejemplo, por el trabajo, educación, la familia, las condiciones de vida,
etc.), un diagnóstico médico (cáncer, VIH, etc.), intimidación, fallecimiento
de un familiar, desastres naturales, aislamiento social, violación, problemas
en las relaciones, celos, separación.
Los adolescentes pueden ser especialmente propensos a experimentar un
trastorno depresivo después del rechazo social, la presión de los compañeros o
la intimidación (bullying).
Personalidad
Las puntuaciones altas en el neuroticismo (inestabilidad emocional) del
dominio de la personalidad hacen más probable el desarrollo de síntomas
depresivos, así como todo tipo de diagnósticos de depresión.
Otros indicadores de la personalidad podrían ser: cambios de humor temporales
pero rápidos, desesperanza a corto plazo, pérdida de interés en actividades
que solían ser parte de la vida de la persona, interrupción del sueño,
abandono de la vida social, cambios de apetito y dificultad para
concentrarse.
Tratamientos médicos
La depresión también puede ser el resultado de la atención médica, como en el caso de la depresión inducida por medicamentos. Las terapias asociadas con la depresión incluyen interferón, betabloqueadores, isotretinoína, anticonceptivos, agentes cardíacos, anticonvulsivos, medicamentos contra la migraña, antipsicóticos y componentes hormonales como los agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina.
Drogas
El abuso de varios tipos de drogas puede causar o exacerbar la depresión, ya sea por intoxicación, abstinencia o uso crónico. Estos incluyen alcohol, sedantes (incluyendo benzodiacepinas prescritas o no), opioides (incluyendo analgésicos recetados y drogas ilícitas como la heroína), estimulantes (como la cocaína y las anfetaminas), alucinógenos e inhalantes.
Enfermedades no psiquiátricas
El trastorno depresivo puede ser el resultado de algunas enfermedades infecciosas, deficiencias nutricionales, afecciones neurológicas y problemas fisiológicos, incluyendo hipoandrogenismo (en los hombres), enfermedad de Addison, síndrome de Cushing, hipotiroidismo, enfermedad de Lyme, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, dolor crónico, apoplejía, diabetes y cáncer.
Síndromes psiquiátricos
Estos incluyen el trastorno depresivo mayor (MDD, por sus siglas en inglés;
comúnmente llamado depresión mayor o depresión clínica) donde una persona
tiene al menos dos semanas de estado depresivo o una pérdida de interés o
placer en casi todas las actividades; y la distimia, un estado depresivo
crónico, cuyos síntomas no satisfacen la gravedad de un episodio de depresión
mayor.
El trastorno bipolar, presenta uno o más episodios de depresión, cognición y
niveles de energía anormalmente elevados. Cuando el curso de los episodios
depresivos sigue un patrón estacional, el trastorno (trastorno depresivo
mayor, trastorno bipolar, etc.) se puede describir como un trastorno afectivo
estacional.
Tratamiento
El trastorno depresivo puede no requerir tratamiento especializado y puede ser
una reacción temporal normal a eventos de la vida, un síntoma de alguna
afección médica o un efecto secundario de algunos medicamentos o tratamientos
médicos.
Un trastorno depresivo prolongado, en combinación con otros síntomas, puede
llevar a un diagnóstico de una afección psiquiátrica que puede beneficiarse
del tratamiento.
Las directrices de 2009 del
National Institute for Health and Care Excellence (NICE) del Reino Unido indican que los antidepresivos no deben utilizarse de
forma rutinaria para el tratamiento inicial de la depresión leve, ya que la
relación riesgo-beneficio es deficiente. La actividad física puede tener un
efecto protector contra la aparición de estados depresivos.
La reminiscencia de los recuerdos antiguos y entrañables es otra forma
alternativa de tratamiento, especialmente para los ancianos que han vivido más
tiempo y tienen más experiencias en la vida. Es un método que hace que una
persona recuerde su propia vida, conduciendo a un proceso de
auto-reconocimiento e identificación de estímulos familiares.
El mantener el propio pasado personal y la propia identidad, es una técnica
que estimula a las personas a ver sus vidas de una manera más objetiva y
equilibrada, haciendo que presten atención a la información positiva en sus
historias de vida, lo que reduciría con éxito los niveles de depresión.
Medidas de Prevención
Son importantes algunas medidas preventivas en relación a la depresión como
las que se detallan a continuación:
-Actividad física sobre todo al aire libre y en contacto con la
naturaleza.
-Manejo adecuado del estrés y de las emociones fuertes.
-Hablar de los problemas afectivos con familiares o amigos más cercanos
lo que aumenta la confianza y brinda apoyo emocional adicional.
-Incorporarse a grupos familiares o de amigos donde se ejerzan actividades o
se adquieran responsabilidades.
-Llevar un cuaderno diario de anotaciones es una medida muy recomendada puesto
que esto mantiene la mente ocupada y aleja los pensamientos negativos.
-Adoptar una mascota. Está demostrado que los animales domésticos son de mucha
ayuda para las personas que aquejan trastorno afectivos.
-La meditación o las actividades religiosas son muy útiles en los trastornos
depresivos.
Dr. William Bonifaz B.
Doctor en Medicina y Cirugía
Reg. Prof.
9871
Referencias
- https://feafesgalicia.org/img/documentacion/guias/La-depresion-Informacion-para-pacientes-y-allegados.pdf
- https://www.mirecc.va.gov/visn22/depression_education.pdf
- https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/254610/WHO-MSD-MER-2017.2-eng.pdf
- https://www.binasss.sa.cr/bibliotecas/bhp/cupula/v26n2/art3.pdf
- https://scielo.isciii.es/pdf/neuropsiq/v31n3/original3.pdf
- https://www.nice.org.uk/guidance/cg90