Presión Arterial Alta: ¿Hay Síntomas?


Presión Arterial Alta: ¿Hay Síntomas?. Esta pregunta puede ser difícil de contestar, puesto que en ocasiones la presión arterial elevada no da síntomas, y por lo tanto, los pacientes pueden no percatarse de su presencia.

La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias a medida que circula alrededor de nuestro cuerpo. En ocasiones, esta presión puede llegar a ser muy alta, lo que puede representar un peligro para la salud. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente 1 de cada 3 adultos en EEUU tiene presión arterial alta (hipertensión). 


¿Hay síntomas de presión arterial alta?

En muchas ocasiones, la presión arterial alta (hipertensión) no da molestias; por esta razón la hipertensión es conocida como el asesino silencioso. Los síntomas que pueden indicar que una persona tiene presión arterial alta son, entre otros:

 

  • Dolor de cabeza.
  • Dificultad para conciliar el sueño.
  • Sangrados por la nariz.
  • Sudoración.
  • Enrojecimiento de la cara.
  • Nerviosismo e irritabilidad.
  • Manchas de sangre en los ojos (hemorragia conjuntival).
  • Mareo.


No obstante, muchos de estos síntomas pueden no deberse a una presión arterial alta, y cualquier persona que los presente debe ser atendida por un profesional médico, ya que también pueden ser manifestaciones de otras condiciones de salud o efectos secundarios de algunos medicamentos. 


Medición de la presión arterial

La mejor forma de comprobar si una persona padece de hipertensión es a través de la medición de su presión arterial por medio de un esfigmomanómetro, que es el instrumento que se utiliza para medir los niveles de la presión arterial. Las lecturas de la presión arterial se dan en milímetros de mercurio (mm Hg).

El número superior (sistólica) indica la presión en las arterias a medida que el corazón late. El número más bajo (diastólica) indica la presión mientras que el corazón descansa entre cada latido. La Asociación Americana del Corazón (AHA) establece los siguientes valores de presión arterial en los adultos: 


  • Presión arterial normal: Presión arterial sistólica menos de 120 mm Hg y Presión arterial diastólica menos de 80 mm Hg.
  • Presión arterial elevada: Presión arterial sistólica 120-129 mm Hg y Presión arterial diastólica menos de 80 mm Hg.
  • Hipertensión arterial grado I: Presión arterial sistólica 130-139 mm Hg o Presión arterial diastólica 80-89 mm Hg.
  • Hipertensión arterial grado II: Presión arterial sistólica 140 mm Hg o más, o Presión arterial diastólica 90 mm Hg o más.
  • Crisis hipertensiva: Presión arterial sistólica 180 mm Hg o más, y/o Presión arterial diastólica 120 mm Hg o más. 
 

¿En qué momento se debe buscar atención médica?

Aunque la presión arterial alta generalmente no produce síntomas, cualquier persona que experimente un dolor de cabeza (cefalea) o sangrado nasal repentino y severo, debe tomarse la presión arterial para descartar una elevación de la misma.

Si la presión arterial es superior a 180/120 mm Hg, se debe descansar durante 5 minutos y volverse a medir la presión arterial. Si la presión arterial sigue siendo superior a 180/120 mm Hg, se debe buscar ayuda médica de forma inmediata.

Si una persona experimenta síntomas graves, como dolor en el pecho, dificultad para respirar o alteración de la visión, se debe llamar al servicio de emergencias (Ecu 911), ya que puede estar experimentando una crisis hipertensiva, y por lo tanto necesitará recibir tratamiento médico de urgencia. 


Complicaciones

Los estudios a gran escala han demostrado una relación directa entre una presión arterial alta y un mayor riesgo de enfermedad del corazón y las arterias. En un análisis de 61 estudios, se encontró que una presión arterial sistólica 20 mm Hg más alta y una presión arterial diastólica 10 mm Hg más alta se asociaron con un doble del riesgo de sufrir: 



Otro estudio mostró que la presión arterial alta está asociada con: 


  • Mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
  • Angina de pecho.
  • Infarto de miocardio.
  • Insuficiencia renal crónica.
  • Pérdida de la visión.
  • Disfunción eréctil.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Aneurisma de la arteria aorta abdominal. 
 

Causas y factores de riesgo

Genética. Según los CDC, la hipertensión arterial puede verse afectada por la genética. Un estudio indica que la probabilidad de que una persona herede la presión arterial alta es aproximadamente del 30 al 50%. 


Factores del estilo de vida

Los siguientes factores ambientales pueden influir en la presión arterial de una persona: 


  • Ingesta excesiva de sal: el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI), por sus siglas en inglés, recomienda que las personas consuman no más de 2,4 gramos de sal al día, que es aproximadamente 1 cucharadita de sal de mesa por día; esta recomendación es especialmente válida para las personas que ya padecen de hipertensión arterial.
  • Ingesta baja de potasio: el potasio ayuda al organismo a eliminar el sodio (sal). La AHA recomienda que una persona consuma 4,700 mg de potasio por día.
  • Peso: según un informe del Colegio Americano de Cardiólogos y el equipo de trabajo de la AHA, las personas pueden reducir su presión arterial en alrededor de 1 mm Hg por 1 kilogramo (2,2 libras) de pérdida de peso.
  • Ejercicio: un estudio de 2015 reveló que el ejercicio aeróbico (trotar, bailar, caminar) podría reducir la presión arterial en 5-7 mm Hg. 
 

Medidas de Prevención

Debido a que existe una fuerte relación entre los factores ambientales y la presión arterial, los médicos han estado promoviendo diversas medidas enfocadas a prevenir la aparición de la hipertensión. De esta forma, la Asociación Americana del Corazón recomienda: 


  • Ingerir una dieta saludable baja en sal.
  • Limitar el consumo de alcohol.
  • Eliminar el tabaco.
  • Practicar una actividad física regular.
  • Manejo adecuado del estrés.
  • Mantener un peso saludable. 
 

Una dieta saludable para el corazón consiste en ingerir:

  • Frutas y verduras.
  • Granos enteros.
  • Productos lácteos bajos en grasa.
  • Aves y pescado sin piel.
  • Nueces y legumbres.
  • Aceites vegetales como el aceite de oliva.


Las personas que llevan una dieta saludable para prevenir la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, también deben evitar o limitar: 


  • Las grasas trans y las grasas saturadas.
  • Las carnes rojas y los embutidos.
  • Los dulces y las bebidas azucaradas.
  • Limitar el consumo de sal como se indicó anteriormente.


La dieta DASH (Enfoques dietéticos para detener la hipertensión) puede ser beneficiosa para ayudar o tratar la presión arterial alta. 


Dr. William Bonifaz B.
Doctor en Medicina y Cirugía 
Reg. Prof. 9871
 

Referencias

 





















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