La enfermedad celíaca se caracteriza por alergia al gluten |
Generalidades
La enfermedad celíaca o celiaquía es un trastorno digestivo
crónico provocado por una reacción inmune a la gliadina, que es una
proteína del gluten que se encuentra en el trigo, la cebada, el centeno
y en menor proporción en la avena.
La aparición de esta enfermedad implica el desarrollo de un
proceso inflamatorio y como consecuencia de esto, la destrucción del
revestimiento interno del intestino delgado, lo cual puede conducir a la
mala absorción de minerales y nutrientes.
Los síntomas pueden incluir diarrea crónica, pérdida de peso y fatiga.
En algunas ocasiones los pacientes solo desarrollan anemia.
Epidemiología
Esta enfermedad afecta a cerca del 1% de la población, teniendo mayor
incidencia en hombres que en mujeres (2.3:1). La edad promedio de aparición de
la enfermedad es de los 30 años. En la infancia puede haber de un a dos casos
por cada mil niños.
Factores de Riesgo
Algunos de los factores de riesgo incluyen:
- Padecer de alguna enfermedad de origen autoinmune a nivel de la glándula tiroides o en el hígado.
- Artritis reumatoide.
- Diabetes mellitus tipo 1.
- Trastornos genéticos como el síndrome de Down o el síndrome de Turner.
- Antecedentes familiares de enfermedad celíaca.
Causas
Esta enfermedad es un trastorno de carácter autoinmune. Cuando una
persona con celiaquía ingiere gluten, su sistema inmunitario se activa y
lesiona al intestino delgado. Como consecuencia de esta lesión, el intestino
delgado ya no es capaz de absorber los nutrientes de la dieta de manera
efectiva.
Esto puede llevar a la aparición de una serie de complicaciones y riesgos para
la salud de la persona afectada. En algunas circunstancias la enfermedad
celíaca se puede activar después de una cirugía, embarazo, parto, algunas
enfermedades virales, o posterior a un estrés severo.
Síntomas
La enfermedad celíaca es un trastorno crónico. Los síntomas pueden evolucionar de leves a severos, pueden cambiar con el tiempo y pueden variar de un individuo a otro. Algunas personas pueden no presentar molestias, o las mismas pueden no aparecer hasta una etapa posterior en la vida.
Algunas de las molestias más frecuentes incluyen:
- Síntomas gastrointestinales, como cólicos abdominales, diarrea, gases, náuseas, vómitos, e hinchazón.
- Heces fétidas con exceso de grasa en su composición.
- Dolor en huesos y articulaciones.
- Depresión, irritabilidad y ataques de pánico.
- Debilidad y fatiga.
- Presencia de moretones y hemorragias nasales.
- Retención de líquidos.
- Problemas de esterilidad.
- Sensación de hambre persistente.
- Anemia por deficiencia de hierro.
- Desnutrición y carencias nutricionales, que incluyen, falta de vitamina B12, vitamina D y vitamina K.
- Aftas bucales y decoloración de los dientes.
- Desgaste muscular, debilidad y calambres musculares.
- Daño en los nervios, que pueden provocar hormigueo en los miembros inferiores.
- Presencia de sangre en las heces o en la orina.
- Dolor de cabeza por migraña.
- Lesiones en la piel conocidas como dermatitis herpetiforme.
- Disminución del funcionamiento del bazo (hipoesplenismo).
- Aparición de osteoporosis y osteomalacia (raquitismo en los adultos).
Síntomas en niños y lactantes
En lactantes se pueden presentar trastornos digestivos como diarrea, irritabilidad y alteraciones del crecimiento. Con el paso del tiempo los niños pueden experimentar pérdida de peso, daño del esmalte de los dientes y retraso de la pubertad.
Diagnóstico
El médico especialista (gastroenterólogo) examinará al paciente de manera
detallada, en la búsqueda de signos y síntomas que le brinden una orientación
adecuada para diagnosticar esta enfermedad.
Además, puede solicitar pruebas y exámenes adicionales. Algunos análisis
especiales en sangre pueden detectar ciertos anticuerpos como:
anticuerpos antigliadina, anticuerpos endosomiales y anticuerpos anti-transglutaminasa tisular.
Estudios de imágenes
El profesional sanitario puede ordenar la práctica de una endoscopia para estudiar el intestino delgado y además para realizar una biopsia del tejido para estudio histológico. Cuando se presenten manifestaciones a nivel de la piel, se puede solicitar interconsulta con un dermatólogo.
Complicaciones
Algunas de las complicaciones más importantes que provoca esta enfermedad son:
-Desnutrición.
-Debilitamiento y fragilidad del sistema óseo.
-En mujeres, aborto espontáneo e infertilidad.
-Intolerancia a la lactosa.
-Cáncer del intestino delgado y linfoma intestinal.
-Trastornos neurológicos (convulsiones, neuropatía periférica, entre otros).
-Caída de cabello.
-Anemia.
Tratamiento
El paciente afectado de enfermedad celíaca debe someterse a una dieta estricta libre de gluten el resto de su vida. Los pacientes deben conocer qué alimentos contienen gluten, para evitarlos; aunque esto último puede resultar difícil de lograr, ya que muchos productos alimenticios pueden contener gluten oculto.
Una persona que sigue una dieta libre de gluten debe evitar:
- Todos los alimentos elaborados con trigo, salvado, centeno, cebada, harina enriquecida, incluidos los cereales, panes, pastas, galletas, pasteles.
- Avena.
- Cerveza.
- Muchos alimentos procesados contienen gluten como los siguientes y por lo tanto deben evitarse.
- Sopas enlatadas.
- Aderezos para ensaladas, salsa de tomate y mostaza.
- Salsa de soja.
- Condimentos.
- Helados y golosinas.
- Carnes y embutidos procesados, enlatados.
Alimentos que se pueden consumir
Los cereales como el maíz, el mijo, el sorgo, el teff, y arroz son seguros
para el consumo. Los no cereales como el amaranto, la quinua o el trigo
sarraceno también son inofensivos, al igual que las papas, los plátanos, la
tapioca y los garbanzos. No contienen gluten y no desencadenan síntomas.
Otros alimentos permitidos incluyen: huevos, carnes frescas de aves, pescados,
frutas, lentejas, productos lácteos, siempre y cuando, éstos no empeoren las
molestias. Además, se puede consumir vegetales, y nueces.
Vitaminas y suplementos
Si las deficiencias nutricionales son graves, el médico o el especialista encargado del régimen dietético del paciente pueden recomendar algunos suplementos como el cobre, hierro, folato, vitaminas del complejo B, vitamina D y vitamina K. Además, del micronutriente Zinc.
Tratamiento farmacológico
Si el intestino delgado está gravemente afectado, o la enfermedad celíaca es
refractaria al tratamiento nutricional, el especialista puede indicar
medicamentos como los corticoides para disminuir y controlar la inflamación
intestinal.
Estos fármacos pueden aliviar los signos y síntomas de este trastorno
digestivo. Se pueden emplear otros medicamentos como la azatioprina o la
budesonida.
Referencias
- https://www.stanfordchildrens.org/content-public/pdf/gluten-free-diet-resource-guide.pdf
- https://www.jacionline.org/article/S0091-6749(15)00230-4/pdf
- https://celiacdiseasecenter.columbia.edu/wp-content/uploads/2019/08/2019-Diagnosis-and-Treatment-Patterns-in-Celiac-Disease.pdf
- https://www.beyondceliac.org/SiteData/docs/WhatisCeli/7df546428970c440/What%20is%20Celiac%20Disease.pdf
- https://www.worldgastroenterology.org/UserFiles/file/guidelines/celiac-disease-spanish-2013.pdf Guías Mundiales de la Organización Mundial de Gastroenterología
- http://www.med.umich.edu/1libr/MEND/Celiac.pdf
- https://www.drschaer.com/es/institute/a/prevalencia-celiaquia