Descripción general
El Helicobacter pylori es una bacteria que infecta de manera
natural al ser humano. Se desarrolla en el estómago y es importante su
detección porque está relacionado con la presencia de úlcera y tumores malignos
del estómago.
Es una bacteria en forma de espiral con unas prolongaciones llamadas flagelos
que le permiten tener movilidad; vive y se desarrolla en el moco que elabora
la mucosa del estómago, existiendo algunos tipos de esta bacteria.
Este agente patógeno elabora una sustancia llamada ureasa que lo
protege frente a la acción del ácido clorhídrico, transformándolo en amoniaco
que es una sustancia amortiguadora del efecto dañino del ácido clorhídrico.
La bacteria H. pylori está presente en el 30% de la población en países
desarrollados, mientras que su presencia es mayor al 80% de la población en
los países en vías de desarrollo.
Se considera que la mayor parte de las infecciones se adquieren durante la
infancia. Junto con la edad, otro factor de riesgo para adquirir la infección
es el bajo nivel socio económico, como el hacinamiento de personas.
Generalmente todos los miembros de una familia presentan el mismo tipo de
bacteria, al igual como ocurre por ejemplo, en un centro de convivencia
infantil como las guarderías, ya que se ha demostrado que el agua contaminada
puede permitir el desarrollo de la bacteria en el ser humano.
Síntomas
La mayoría de las personas que tienen la bacteria H. pylori presentan
inflamación de la mucosa del estómago, aunque muchas veces no hay molestias
que aquejen al paciente. La persona afectada puede presentar,
náuseas y vómitos, sensación de llenura, flatulencias, dolor abdominal, disminución o pérdida
de apetito y disminución del peso corporal.
Generalmente los síntomas se deben a úlcera o gastritis. El desarrollo de un
tumor maligno ocurre en menos del 10% de las personas infectadas. Es
importante anotar que más del 80% de los casos de gastritis o úlcera se deben
a infección por Helicobacter pylori y los casos restantes se producen
por lesiones debidas a la aspirina o por medicamentos antiinflamatorios no
esteroides (llamados AINE).
Resaltamos 4 aspectos puntuales que relacionan al
helicobacter pylori con el desarrollo de úlcera y gastritis:
-La erradicación de la infección utilizando antibióticos origina una
espectacular mejoría de los síntomas del paciente (desde un 80% hasta la
reducción a un 15% de las molestias el primer año).
-Las úlceras no se presentan en ausencia de infección por H. pylori, a no ser
que sean producidas por medicamentos como los AINES.
-La presencia de infección por H. pylori es un factor para el desarrollo de
úlceras y gastritis.
-La infección experimental de ratones con la bacteria desarrolla úlcera en
estos animales.
Características de los síntomas
Como se indicó antes, la mayoría de las personas infectadas con esta bacteria
no presentan molestias. Tiene que haber la presencia de úlcera o tumor para
indicar tratamiento con antibióticos para erradicar al H. pylori.
Se ha demostrado que las personas que tienen molestias sin la presencia de
gastritis, úlcera o tumor (la llamada
dispepsia no ulcerosa) no deben recibir tratamiento, y esto se logra mediante el estudio del
estómago por medio de la endoscopía.
Pero hay que recalcar que recientemente la bacteria H. pylori ha suscitado
mucho interés por su posible factor protector contra el desarrollo de la
enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y el cáncer de esófago y cardias
(dos regiones anatómicas situadas antes del estómago); este último hecho
resalta aún más la importancia de tratar con antibióticos a los pacientes que
en verdad lo requieran.
Diagnóstico
Existen algunas pruebas que ayudan a detectar la presencia de
helicobacter pylori. Entre las pruebas llamadas invasivas está la
endoscopía digestiva alta. Ésta permite decidir si el paciente debe
recibir tratamiento para erradicar la infección cuando hay la presencia de un
proceso ulceroso o gastritis en el estómago.
La endoscopía también es útil en el seguimiento de los pacientes que tienen
úlcera para tener la certeza de que la lesión no degenere en un tumor maligno.
La endoscopía de seguimiento debe practicarse al menos 4 semanas después de
haber suspendido todos los antibióticos utilizados contra el H. pylori, pues
el hacerlo antes podría dar un resultado falso negativo.
Por medio del estudio endoscópico se pueden tomar muestras de biopsia para
investigar la presencia de la bacteria o para detectar alguna lesión maligna.
Las pruebas más sencillas para detectar al H. pylori son las llamadas pruebas
serológicas mediante la toma de muestras de sangre.
No obstante, en algunas ocasiones pueden no ser tan sensibles y dar malos
resultados. En todo caso, las pruebas cuantitativas (que dan un valor
determinado) y que miden el título de anticuerpos, pueden ser más útiles que
las que reportan sólo positivo o negativo (pruebas cualitativas).
De esta forma en una prueba cuantitativa, una disminución definida en el
título de anticuerpos entre las muestras tomadas antes y 6 meses después del
tratamiento (no antes, debido al retraso en la disminución del nivel de
anticuerpos en la sangre), indica con precisión que la infección ha sido
erradicada.
También se puede utilizar la prueba del antígeno fecal, que detecta la
presencia de anticuerpos en las heces. Esta prueba sólo debe practicarse 4
semanas o más, después de haberse realizado un tratamiento con antibióticos
para erradicar la infección.
Tratamiento
Como ya se indicó antes, las únicas indicaciones definidas de tratamiento son
la presencia de úlcera gástrica o duodenal (el duodeno es el segmento
anatómico situado después del estómago), relacionado con infección por
helicobacter pylori, al igual que la presencia de tumores malignos,
todos determinados por endoscopía.
Actualmente no se recomienda tratar a pacientes con molestias no ulcerosas ni
tampoco como preventivo de la aparición de futuras úlceras. No obstante, sí
está indicado tratar a pacientes que tengan antecedentes familiares de cáncer
de estómago.
En la actualidad sólo están aprobados regímenes de tratamiento con al menos 3
medicamentos (terapia triple); un medicamento inhibidor de la secreción de
ácido clorhídrico (omeprazol, esomeprazol, lanzoprazol) y 2 antibióticos
(claritromicina y amoxicilina) durante 10 a 14 días.
En pacientes alérgicos a la penicilina (amoxicilina) se debe utilizar
metronidazol. El régimen de 14 días es más efectivo, no obstante, puede
desencadenar mayores efectos secundarios pero es el más recomendado, sin
embargo, sus efectos pueden inducir a algunos pacientes a abandonar el
tratamiento.
Lamentablemente se han descubierto algunos tipos de H. pylori resistentes
sobre todo a la claritromicina y al metronidazol, por lo que deben utilizarse
en estos casos otros antibióticos más fuertes y costosos.
Dr. William Bonifaz B.
Doctor en Medicina y Cirugía
Reg. Prof.
9871
Referencias
- https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/h-pylori/symptoms-causes/syc-20356171
- https://www.cancer.gov/espanol/cancer/causas-prevencion/riesgo/germenes-infecciosos/hoja-informativa-h-pylori
- https://kidshealth.org/es/parents/test-pylori-antigen-esp.html
- https://actagastro.org/avances-recientes-en-el-tratamiento-de-la-infeccion-por-helicobacter-pylori/
- http://www.essalud.gob.pe/ietsi/pdfs/tecnologias_sanitarias/GPC_HP_Version_Corta.pdf
- https://www.aegastrum-semfyc.es/require/archivos/infeccion-helicobacter-pylori.pdf