Descripción general
La parálisis facial, también llamada parálisis de Bell, es un trastorno
agudo del nervio facial; está provocada por parálisis breve de los músculos de
un lado de la cara, de esta manera, los surcos que rodean a los labios, la
nariz y la frente se aplanan en la persona, y al intentar sonreír, la boca se
desvía hacia el lado contrario de la zona afectada.
La parálisis de Bell es la forma más común de parálisis de los
nervios craneales; representa una prevalencia anual de 20 a 30 casos, por cada 100.000
habitantes; afecta por igual a hombres y mujeres, siendo más frecuente entre
los 20 y 30 años y entre los 50 y 60 años de edad. Es recurrente en 8 a 10% de
los pacientes.
Causas
La parálisis de Bell significa lesión del VII par craneal (nervio Facial). La
causa que lo provoca es desconocida, pero se señala que existe una compresión
e isquemia (detención o disminución de la circulación de la sangre en un
determinado tejido) del nervio, dentro del canal facial. Se han propuesto
factores genéticos, trastornos vasculares, inmunitarios y algún tipo de
infección viral (virus herpes simple tipo I), o infecciones por el virus varicela-zoster.
Funciones del Nervio Facial
Hay dos nervios faciales, uno del lado derecho y otro del lado izquierdo, cada
uno realiza sus funciones sobre un lado de la cara y estas son: controlar los
músculos (párpados y expresión facial), llevar el impulso nervioso a la
glándulas lacrimales, a las glándulas salivales y a los músculos
especializados del estribo (hueso del oído medio), además, trasmite
sensaciones del gusto, que provienen de la lengua.
Síntomas
Cuando se presenta la parálisis, que generalmente, es de inicio súbito (24-48
horas), la información que el cerebro envía a través del nervio facial se
interrumpe, lo que desencadena en el lado afectado:
- Desaparición de las arrugas de la frente.
- Imposibilidad de elevar la ceja.
- Dificultad para cerrar el ojo. Al intentar cerrarlo, el ojo permanece abierto y el globo ocular se va hacia arriba, quedando a la vista, solo la parte blanca de la esclerótica (signo de Bell).
- El surco nasogeniano desaparece.
- La boca se desvía hacia el lado sano.
- El paciente tiene dificultad para soplar, silbar, o inflar la mejilla.
- Lagrimeo por rebosamiento.
- La saliva puede escurrirse por el ángulo de la boca y la mejilla puede inflamarse.
- Predisposición a infección o ulceraciones de la córnea, debido a irritación, por la dificultad para cerrar el ojo afectado.
- Pérdida parcial del gusto.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza por la exploración clínica y el interrogatorio que realiza el médico. No hay una prueba especial para confirmar la presencia de este trastorno.
Se pueden implementar algunos estudios como la electromiografía (que valora la función muscular), estudios de conducción nerviosa (para evaluar la integridad de los troncos nervios), y estudios de imágenes como la tomografía computada o la resonancia magnética.
Diagnóstico Diferencial
Esta enfermedad debe diferenciarse de otros trastornos como:
Parálisis facial de origen central (región donde se origina el nervio facial)
provocada generalmente por
accidente cerebrovascular, isquémico o hemorrágico, o por tumores cerebrales.
En la parálisis de origen central suele existir hemiplejía (parálisis de un
lado del cuerpo), alteraciones del nivel de conciencia; además, el enfermo sí
puede levantar las cejas y cerrar los ojos, y no hay trastornos del sentido
del gusto.
Medidas Generales
Algunas de las medidas generales que se pueden implementar comprenden:
- Protección de los rayos solares con gafas.
- Oclusión nocturna del ojo afectado por medio de un parche, que permita mantener descendido el párpado superior, para proteger la córnea.
- Masaje de la cara tres veces al día por 10 minutos, para evitar la aparición de atrofia muscular.
Tratamiento Médico
Se utilizan analgésicos (paracetamol, ibuprofeno) para el dolor y la
inflamación, lágrimas artificiales para mantener una adecuada lubricación del
ojo afectado. Vitaminas del complejo B, para ayudar a regenerar el nervio. En
algunos casos, el médico especialista (neurólogo) puede utilizar medicamentos antivirales (valaciclovir) y corticoides (prednisona) para desinflamar y aliviar el dolor.
Pronóstico
Por lo regular, el pronóstico de esta enfermedad es bueno, ya que más del 75%
de los pacientes se recuperan de manera espontánea, y sin tratamiento médico,
no existiendo secuelas en un lapso de 4-6 meses, no obstante, algunos
pacientes pueden tardar más de seis meses en recuperarse totalmente.
En pacientes > 60 años con enfermedades crónicas como la diabetes o la
hipertensión sí pueden quedar secuelas permanentes, como dificultad para
comer, ingerir líquidos, hablar o silbar.
Dr. William Bonifaz B.
Referencias
- https://medlineplus.gov/spanish/facialinjuriesanddisorders.html
- https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/bells-palsy/symptoms-causes/syc-20370028
- https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-integral-63-articulo-una-paralisis-facial-periferica-12966
- https://es.wikipedia.org/wiki/Par%C3%A1lisis_facial
- https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/paralisis-facial-periferica
- https://espanol.ninds.nih.gov/trastornos/paralisis_de_bell.htm