La Leptospirosis es la zoonosis más frecuente a nivel mundial

 



Descripción general

La leptospirosis es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Leptospira interrogans. Este cuadro infeccioso se presenta con muchos síntomas, los cuales varían de formas simples hasta cuadros complejos o fulminantes con una alta tasa de mortalidad conocida como el síndrome de Weil. En su presentación benigna imita a un cuadro gripal con dolor de cabeza y dolores musculares. 


Causas

La leptospirosis está causada por bacterias del tipo espiroquetas, genero Leptospira (microorganismo de forma helicoidal); comprenden dos especies: Leptospira interrogans y Leptospira biflexa; la primera es patógena (desencadena una enfermedad) y la segunda es saprofita (no provoca enfermedad).

Desde el punto de vista epidemiológico, la leptospirosis tiene un comportamiento endémico (presente todo el año), con brotes epidémicos en varios continentes, aunque es más frecuente en países de clima tropical, donde la mala higiene contribuye a la supervivencia y propagación de este microorganismo. 

 

Es la zoonosis (enfermedad que se propaga de animales a humanos) más distribuida a nivel mundial; siendo más común en habitantes de regiones rurales, que en los de zonas urbanas, y es tres veces más común en los varones. 

 

El reservorio más importante son los roedores, animales domésticos y de granja, alojándose en los huéspedes en los túbulos nefríticos (riñones), de donde pasan a la orina. Cuando el animal ya ha adquirido la enfermedad, se convierte en portador asintomático. 


Genero de leptospira y reservorio animal

Esta bacteria puede tener diferentes reservorios animales 


  • Leptospira canicola: perro.
  • Leptospira Pomona: cerdos y ganado vacuno.
  • Leptospira hebdomadis: ganado vacuno.
  • Leptoipira balium: ratones.
  • Leptospira icterohemorrhagiae: ratas.


El agente infeccioso penetra en el organismo a través de la piel o de las mucosas. Los rasguños, excoriaciones y la inmersión prolongada en agua favorecen el desarrollo de la infección. El periodo de incubación varía entre 2-20 días, pero puede alcanzar los 30 días. 


Formas de transmisión

Por contacto directo e indirecto, el primero por medio de la orina, sangre o tejido animal infectado; el segundo, más común, debido a la exposición al entorno contaminado de los suelos, el agua y los alimentos, a través de la entrada de las bacterias por la mucosa intacta: conjuntival, oral y nasal al inhalar gotas o aerosoles de líquidos que contengan el microorganismo o, por lesiones de la piel. 


Síntomas

Las formas clínicas de presentación son muy variadas, similares a otras enfermedades como influenza, sepsis urinaria, hepatitis viral aguda y síndrome viral neurológico. La leptospirosis se divide en dos grandes síndromes: 


  • Leptospirosis anictérica (sin coloración amarillenta de piel y conjuntivas), o leve: de 90-95% de los casos.
  • Leptospirosis ictérica (coloración amarillenta de piel y conjuntivas): de 5-10% de los casos, que es la forma grave o enfermedad de Weil (serogrupo icterohaemorrihagiae, aunque cualquiera de los demás serogrupos puedo provocarlo).


Ambos tipos siguen una evolución en dos fases: 


  • Fase leptospirémica o septicémica: dura aproximadamente 7 días y continúa con periodos de 2 a 3 días.
  • Fase inmune: vinculada con la aparición de anticuerpos inmunoglobulina M (IgM), frecuente con cuadro de meningitis aséptica y lesión ocular (uveítis anterior) como complicación.


Generalmente, empieza con un síndrome febril agudo, en forma de un cuadro seudogripal, con fiebre entre 38-40°C, y escalofríos. Se acompaña de cefalea (dolor de cabeza) leve o intensa, fotofobia, dolores musculares (más intensos en miembros inferiores, especialmente en las pantorrillas), dolores lumbares y orina oscura (coluria), además, puede haber tos seca o con escasa expectoración, acompañada de sangre o no, casi siempre de mal pronóstico y síntomas digestivos como náuseas, vómitos, diarreas (serogrupo Grypootyphosal) y disminución del apetito. 


Diagnóstico

El diagnóstico definitivo de leptospirosis se debe realizar por medio de una prolija correlación clínica, serológica, epidemiológica y anatomopatológica. 


Estudios de laboratorio

Los más indicados son: 


  • Detección de anticuerpos contra la leptospira por medio de serología como aglutinación microscópica y el inmuno ensayo enzimático (ELISA). Los anticuerpos se desarrollan entre 3 a 10 días del comienzo de los síntomas. Un resultado negativo durante la primera semana de la enfermedad no descarta la infección, por lo que las pruebas deben repetirse entre 7 y 14 días después de la toma de la primera muestra. 
  • Hemograma: normal o presencia de anemia leve; leucocitosis o leucopenia (disminución de los leucocitos). Eritrosedimentación elevada (VSG); bilirrubina elevada, creatinina normal o elevada. Las enzimas hepáticas GOT y GPT pueden estar elevadas al doble o al triple de lo normal. Puede existir disminución de las plaquetas, la fosfatasa alcalina puede estar elevada.
  • El examen general de orina revela piuria (infección), presencia de proteínas, cilindros hialinos o gránulos y hematuria microscópica (sangre no visible).
  • El líquido cefalorraquídeo está alterado con presencia de infección y elevación de las proteínas. Además, se indicarán cultivos de sangre y orina.
  • Radiografía de tórax que puede revelar un patrón alveolar segmentario por la presencia de hemorragia alveolar en los lóbulos inferiores de los pulmones.
  • Otras pruebas incluyen la reacción en cadena de polimerasa (PCR) y el aislamiento de la leptospira en muestras de sangre, orina, u otros materiales de cultivo que resulta ser el diagnóstico definitivo de la enfermedad.

 

Diagnóstico positivo

Se debe tomar en cuenta: 


  • Grupos de riesgo: riesgo laboral (veterinarios, agricultores, albañiles,carniceros y plomeros), tenencia de animales.
  • Cuadro clínico compatible.
  • Exámenes de laboratorio clínico y microbiológico confirmatorio.
  • Estudio anatomopatológico en los fallecidos.

 

Diagnóstico diferencial

Algunas enfermedades infecciosas pueden tener síntomas similares a la leptospirosis como: 


  • Paludismo.
  • Fiebre tifoidea.
  • Hepatitis vírica.
  • Dengue.
  • Enfermedades por Hantavirus.
  • Enfermedades por Rickettsia.
  • Influenza.
  • Meningitis virales.
  • Fiebre amarilla.
  • Borreliosis.
  • Pielonefritis.

Complicaciones de la leptospirosis

En esta enfermedad se pueden presentar algunas complicaciones de gravedad entre las que se incluyen:

 

  • Hemorragia y perforación intestinal
  • Neumonía
  • Miocarditis
  • Pericarditis
  • Colecistitis y pancreatitis,
  • Meningitis aguda y tromboflebitis.
  • Otitis media
  • Pericondritis en cartílagos aritenoides
  • Espondilitis y periostitis en cartílagos costales.
  • Insuficiencia Renal aguda.
  • Síndrome de insuficiencia Respiratoria aguda (SIRA).
  • Insuficiencia Hepática.
  • Insuficiencia Cardíaca congestiva.
  • Fallo multiorgánico.
  • Reacción Jarisch-Herxheimer al comenzar el tratamiento antibiótico (penicilina).

Tratamiento

En cuanto al tratamiento se debe implementar las siguientes medidas: 


  • Se indica tratamiento de inmediato a todo paciente sospechoso de leptospirosis y en correspondencia con el estado del enfermo, incluso después de los primeros 4 días (periodo ideal para empezar el tratamiento).
  • Notificación inmediata al sistema de salud, ya que la leptospirosis es una enfermedad de declaración obligatoria.
  • Ingreso hospitalario de todo paciente con ictericia, con cuadro clínico respiratorio, signos de insuficiencia renal aguda, signos meníngeos u otra manifestación clínica que induzca a un mal pronóstico o por otro criterio médico, así como ancianos y embarazadas.


Las medidas generales que se deben indicar: 


  • Reposo.
  • Dieta blanda o libre.
  • Hidratación: suero fisiológico a 0,9%.
  • Tratamiento sintomático.

Tratamiento antibiótico

-Casos graves: penicilina cristalina el altas dosis por vía intravenosa, en dosis fraccionadas cuatro a cinco veces al día en las primeras 72 horas, para continuar con dosis menores de penicilina por vía intravenosa, dos veces al día durante 7 días.


-Casos leves: penicilina cristalina en dosis menores por vía intravenosa cada 6 horas en las primeras 72 horas, y continuar posteriormente con penicilina rapilenta por vía intramuscular, cada 12 horas durante 7 días.


Si existe alergia a la penicilina, se puede utilizar la tetraciclina por vía oral, cada 6 horas durante 7 días.


Otras opciones de antibióticos: 


  • Doxiciclina: por vía oral, dos veces al día por 7 días.
  • Cefalosporina: de primera o tercera generación.
  • Amoxicilina o eritromicina.
  • No se deben emplear aminoglucósidos (tipo gentamicina, o amikacina).

Medidas de Prevención

Las medidas de prevención más importantes comprenden: 


  • Educación sanitaria y promoción de salud.
  • Capacitación periódica del personal médico y paramédico.
  • Protección del personal expuesto.
  • Utilizar medios de protección (botas de goma, guantes y otros).
  • Indicar quimioprofilaxis con doxiciclina 100 mg, 2 tabletas semanales, al personal con riesgo temporal no vacunado.
  • Saneamiento ambiental.
  • Desratización.
  • En zonas endémicas, vacunar a perros y ganado vacuno.
  • No alimentar a los perros con carnes o despojos crudos.

 

Dr. William Bonifaz B.

 

Referencias

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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