Introducción
El paludismo o malaria es la enfermedad parasitaria más importante en los seres humanos, está causada por el Plasmodium que provoca cientos de millones de casos y más de un millón de fallecimientos cada año a nivel mundial.
Epidemiología
En un reciente informe sobre la malaria, se revela que en el año 2020 se produjeron 241 millones de casos y 627.000 muertes por el paludismo a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) responsable del informe establece que el África subshariana tiene la mayor carga de malaria, con casi 95% de casos y el 96% de muertes en 2020. En el Ecuador se reportaron
hasta septiembre de 2018, un total de 920 casos positivos de malaria.
Esta parasitosis se
caracteriza por
fiebre alta, escalofríos, síntomas parecidos a la gripe y
anemia. El
paludismo es endémico en la mayoría de zonas tropicales, incluida gran parte de
Sudamérica, Centroamérica, África, Medio Oriente, el subcontinente indio,
sureste de Asia y Oceanía. La transmisión, la morbilidad y la mortalidad son
mayores en África, donde casi todas las defunciones por paludismo se producen
en niños pequeños.
Causas
El paludismo se transmite de un humano a otro por la picadura de mosquitos
hembra del género Anopheles. Después de la picadura por un mosquito infectado,
los parásitos (denominados esporozoítos) son transportados por vía sanguínea
hasta el hígado, órgano en el que maduran y se convierten en merozoítos (forma
infectante).
Cinco a once días posteriores, los merozoítos
abandonan el hígado y pasan a la circulación donde invaden a los glóbulos
rojos (eritrocitos). Dentro de los glóbulos rojos se multiplican y en 48-72
horas éstos se rompen y liberan nuevos grupos de parásitos, que infectan a más
eritrocitos.
El paludismo se puede transmitir de la madre al feto y
por transfusiones sanguíneas de donantes que han padecido la enfermedad.
Cuatro especies del género Plasmodiun provocan el paludismo en el ser
humano.
- Plasmodiun falciparum: Es el causante de la mayoría de los casos de enfermedad grave. Es endémico en casi todas las zonas con paludismo y es la especie predominante en África.
- Plasmodiun vivax: Es igual de frecuente que P. falciparum, a excepción de África; esta variedad de paludismo no desencadena un cuadro grave.
- Plasmodiun ovale y Plasmodiun malariae: Provocan enfermedad con menor frecuencia y además suelen ser de carácter leve.
Síntomas
Las primeras manifestaciones clínicas aparecen 1 a 4 semanas después de haber
adquirido la infección; no obstante, pueden presentarse hasta un año después
de la infección inicial. El paludismo sin complicaciones es la forma más
frecuente de presentación y casi siempre es producido por P. vivax.
Los
síntomas principales incluyen:
- Fiebre y escalofríos.
- Dolor de cabeza.
- Náusea y vómito.
- Sudoración.
La fiebre y el escalofrío son síntomas que aparecen de manera cíclica y
se repiten cada 2-3 días. El escalofrío, que dura de 15 minutos a 1 hora, se
presenta cuando ha ocurrido una desintegración masiva de glóbulos rojos; está
acompañado de náusea y vómito. La fiebre puede elevarse hasta los 40°C, y
además, acompañarse de delirio. La sudoración o defervescencia, termina la
crisis paroxística.
A medida que progresa la enfermedad pueden
presentarse otros síntomas como:
- Diarrea.
- Anemia.
- Ictericia.
- Dolores musculares.
- Convulsiones.
El paciente puede presentar aumento del tamaño del hígado y el bazo. Si
está enfermedad no recibe tratamiento, se puede poner en peligro la vida del
individuo en poco tiempo, ya que trastorna el aporte de sangre a órganos
vitales.
En los infantes pueden manifestarse cuadros de anemia
severa, trastornos de la función respiratoria acompañado de acidosis
metabólica o paludismo cerebral. También pueden aparecer trastornos de la
coagulación sanguínea, insuficiencia renal o hepática, alteración del sistema
nervioso central y coma. En el paciente adulto es muy común la aparición de
afectación multiorgánica (múltiples aparatos y sistemas comprometidos).
En
mujeres en estado de gestación que presenten infección por P. falciparum,
puede desarrollarse paludismo severo, aborto, parto prematuro o transmisión
congénita.
Diagnóstico
El diagnóstico de esta parasitosis está basado en criterios clínicos y
epidemiológicos que junto a la historia clínica y a la exploración física por
parte del médico pueden orientar con un alto grado de certeza la sospecha de
la enfermedad. No obstante, el diagnóstico definitivo se determina con la
visualización del parásito en muestras de sangre o por medio de la detección
de antígenos parasitarios a través de pruebas rápidas.
El
diagnóstico parasitológico se puede realizar con el examen de gota gruesa o de
extendido de sangre periférica, o bien, mediante el uso de tiras reactivas. El
examen de gota gruesa consiste en examinar al microscopio una gota de sangre
obtenida mediante punción digital de un dedo de la mano o del pie sobre un
portaobjetos; los protozoarios se observan en la muestra de sangre de un
individuo con paludismo.
A su vez, las pruebas con tiras reactivas
permiten detectar antígenos específicos elaborados por los protozoarios
causantes del paludismo. Son pruebas de diagnóstico rápido, fáciles de
realizar y no son difíciles de interpretar, y se la obtiene en unos 15
minutos.
Tratamiento
Los pacientes con paludismo no complicado, es decir, la enfermedad sin signos
ni sintomatología severa pueden recibir tratamiento en casa. Por el contrario,
los pacientes con paludismo grave deben ser hospitalizados.
El
tratamiento médico para el paludismo no complicado por P. falciparum o por
infecciones mixtas, es una combinación de fármacos como artesunato y
mefloquina. En el mercado existen tabletas combinadas de estos dos
medicamentos para la administración pediátrica.
El paludismo no
complicado, causado por P. vivaz y P. ovale debe ser tratado con un régimen de
14 días de primaquina asociado con 3 días de cloroquina. Las combinaciones con
derivados de la artemisinina (artesunato, arteméter, dihidroartemisinina)
parecen ser equivalentes a la cloroquina en el tratamiento de infecciones por
P. vivax, y además, de estar indicadas en el paludismo no complicado por P.
falciparum, se recomiendan también como tratamiento para los casos de P. vivax
resistentes a la cloroquina.
Medidas de Prevención
Estas medidas pueden incluir:
- Utilizar insecticidas para eliminar mosquitos de las habitaciones.
- Usar mosquiteros en las camas especialmente de niños pequeños.
- Usar prendas de vestir que protejan el cuerpo, brazos, y piernas (mangas largas, pantalón largo, etc) al aire libre sobre todo luego de la puesta del sol y al amanecer.
- Utilizar repelentes en zonas expuestas del cuerpo.
Medidas de Prevención Específicas
Algunas medidas específicas de prevención comprenden:
- Debido a que no hay vacunas contra el paludismo, la prevención debe realizarse con fármacos (quimioprofilaxis).
- El tratamiento preventivo para las personas que viajan a zonas de riesgo se lo realiza con cloroquina y mefloquina.
Dr. William Bonifaz B.
Referencias
- https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/malaria
- https://www.salud.gob.ec/malaria/
- https://kidshealth.org/es/parents/malaria-esp.html
- https://www.paho.org/es/temas/paludismo
- https://www.health.ny.gov/es/diseases/communicable/malaria/fact_sheet.htm
- https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0001-60022002000300003