Síndrome del Túnel Carpiano: Un trastorno que puede provocar incapacidad funcional


Introducción

El síndrome del túnel carpiano es un trastorno que aparece de manera frecuente, provocando dolor, debilidad, entumecimiento, y sensación de cosquilleo en la mano y el brazo. Se presenta cuando hay presión, o pinzamiento sobre el nervio mediano, cuando éste pasa por la muñeca.

Anatomía del túnel carpiano

El túnel carpiano es una estructura anatómica en forma de un conducto estrecho que mide aproximadamente 2,5 cm de ancho. El piso de este conducto está formado por pequeños huesos de la muñeca (huesos del carpo). A su vez, el techo de este túnel está formado por una banda resistente de tejido conectivo denominada ligamento transverso del carpo.

Por el túnel carpiano pasan además del nervio mediano, los tendones flexores de los dedos y pulgar. Por la naturaleza estrecha del túnel carpiano, éste no tiene la capacidad de estirarse o aumentar de tamaño.

Funciones del nervio mediano 

El nervio mediano atraviesa el brazo y el antebrazo, pasa a través del túnel carpiano para llegar finalmente a la mano. Brinda sensibilidad a los dedos pulgar, índice medio y anular. El nervio mediano también controla la función de los músculos situados alrededor de la base del pulgar.

Epidemiología

Como tal, el síndrome del túnel carpiano es una neuropatía (lesión que afecta a un nervio), de hecho, es la neuropatía más frecuente de la mano. Aparece con mayor frecuencia en las mujeres de mediana y avanzada edad.

Se pueden presentar hasta 50 casos por cada 1000 sujetos en la población general. Su frecuente aparición es una cuestión de mucha trascendencia en el ámbito laboral, puesto que puede estar relacionado de manera directa con la disminución de la productividad como resultado de la incapacidad laboral que provoca, asociado además a un alto costo en el tratamiento.

Causas y factores de riesgo

Muchos de los casos de este trastorno son provocados por una serie de factores. Como se indicó anteriormente es más común en las mujeres. Algunos de los factores de riesgo que contribuyen a la aparición del síndrome del túnel carpiano incluyen:

  • Anatomía. Una fractura o dislocación de la muñeca, un proceso inflamatorio como la artritis que deforme los huesos de la muñeca, pueden alterar el espacio que hay dentro del túnel carpiano y ejercer presión o compresión sobre el nervio mediano.
  • Herencia. La herencia puede contribuir de manera importante. En algunos individuos el túnel carpiano puede ser más pequeño, o pueden existir diferencias anatómicas que modifiquen el espacio que hay en este túnel, y esto quizá tenga un rasgo hereditario.
  • Sexo. En las mujeres el túnel carpiano puede ser relativamente más pequeño que en los hombres. Los cambios hormonales que se presentan durante el embarazo o en la menopausia, pueden desencadenar inflamación e hinchazón en el túnel carpiano.
  • Enfermedades crónicas. Ciertas condiciones como la diabetes incrementan el riesgo de lesión en los nervios, incluida la lesión en el nervio mediano.
  • Enfermedades endocrinas. Hipotiroidismo, acromegalia o gigantismo (incremento en la producción de la hormona del crecimiento).
  • Obesidad. La obesidad es un factor de riesgo para la aparición de esta enfermedad.
  • Trastornos inflamatorios. Enfermedades como la artritis reumatoide pueden lesionar los tendones de la muñeca y provocar compresión en el nervio mediano.
  • Uso repetitivo de la mano. Aunque las investigaciones no han demostrado que el síndrome del túnel carpiano sea provocado por realizar ciertas actividades como escribir en una computadora, utilizar el ratón o practicar movimientos repetitivos al realizar alguna actividad, como tocar un instrumento musical o algún deporte, el realizar estas actividades pueden desencadenar dolor e hinchazón de los tendones de la mano, lo que puede comprimir el nervio mediano al disminuir el espacio que hay en el túnel carpiano.
  • Enfermedades de depósito. Ciertos trastornos que provocan la acumulación excesiva de proteínas anormales como la amiloidosis pueden originar el síndrome del túnel carpiano.


Síntomas

Puede haber uno o varios síntomas de manera combinada como dolor, adormecimiento y sensación de calambre que se presenta con más frecuencia en el dedo pulgar y en el segundo, tercero y cuarto dedos (zona que inerva el mediano). No obstante, muchos pacientes no son capaces de localizar de forma precisa las molestias y las refieran a toda la mano.

De manera característica el dolor es de tipo quemante, suele iniciarse de forma insidiosa y muchas veces progresiva. En sus primeras etapas las sensaciones de entumecimiento o adormecimiento pueden aumentar con el reposo (en la noche) y doler desde la muñeca hasta el hombro, junto con cosquilleo en los dedos, que es lo que se conoce como braquialgia parestésica nocturna (dolor y entumecimiento del brazo en la noche).

En etapas posteriores del trastorno, las molestias pueden estar presentes en la mayor parte del día, especialmente si el paciente permanece mucho tiempo en una determinada posición o si realiza movimientos reiterados con su mano o muñeca. Además existe la posibilidad de que se manifiesten cambios en las sensaciones del tacto, la temperatura, la sensibilidad y de entorpecimiento a la hora de utilizar las manos.

A causa de la debilidad, el adormecimiento o la pérdida de la percepción de donde se encuentra la mano en relación al espacio, el individuo afectado puede dejar caer los objetos que está sosteniendo (pérdida de la propiocepción).

En etapas finales de la enfermedad, la atrofia de la eminencia tenar (protuberancia muscular formada por cuatro músculos destinados al dedo pulgar) es muy evidente, y muchas veces el nervio mediano responde mal a la descompresión quirúrgica. En esta etapa final del trastorno, las molestias relacionadas con la sensibilidad pueden disminuir, se presenta dolor en la eminencia tenar, debilidad y atrofia de los músculos abductores del pulgar y del músculo oponente del pulgar.

Diagnóstico

Es importante la exploración física por parte del médico traumatólogo. Se debe examinar de forma cuidadosa la mano y la muñeca, además de realizar algunas pruebas físicas:

  • Presionar o golpear ligeramente por donde discurre el nervio mediano o la cara interna de la muñeca, con el objeto de provocar adormecimiento o cosquilleo en los dedos, lo que se conoce como signo de Tinel.
  • Hacer una flexión forzada de la muñeca y mantenerla en esa posición durante un breve periodo de tiempo; esta maniobra va a provocar entumecimiento o cosquille en la mano (signo de Phalen).
  • Explorar los músculos alrededor de la base del pulgar (eminencia tenar) para detectar algún tipo de debilidad.
  • De igual manera, se debe explorar la eminencia tenar en busca de atrofia de los músculos que la conforman.
  • Se puede pedir al paciente que cierre los ojos mientras se explora la sensibilidad de las puntas de los dedos con un instrumento especial.


Estudios complementarios

Como métodos de ayuda para confirmar el diagnóstico y determinar qué tan afectado está el nervio mediano, de manera habitual se utilizan los estudios neurofisiológicos como la electromiografía (EMG) y un estudio de conducción nerviosa (ECN).

La electromiografía mide la actividad eléctrica de los músculos. De esta forma, la EMG puede indicar si hay un daño en el nervio o en los músculos. Por su parte, los estudios de conducción nerviosa miden las señales que van por los nervios de la mano y el brazo, pudiendo localizar alguna zona donde el nervio no transmita su señal de manera adecuada. Un ECN puede ayudar al médico tratante a establecer la gravedad del trastorno y servir como guía para el tratamiento.

La ecografía también se puede emplear como técnica diagnóstica, ya que localiza y evalúa el estado del nervio mediano. Cuando existe compresión del nervio, éste aumenta de tamaño, justo por encima de la compresión. La ecografía puede detectar esta hinchazón en el nervio y además medir sus dimensiones.

Tratamiento

El tratamiento del síndrome del túnel carpiano puede ser de tipo conservador y de tipo quirúrgico. En lo que respecta a la terapia conservadora, por lo general, se lo brinda a los pacientes que padecen de molestias leves o moderadas.

Aquí se pueden ofrecer medicamentos por vía oral o inyectables como los corticoides, fármacos tipo AINES (ibuprofeno) para el control del dolor, y complejos vitamínicos del Grupo B (vitaminas B6 y B12), además de terapias de relajación como el yoga.

Otras terapias incluyen el ultrasonido con ondas de alta frecuencia aplicadas en la zona del dolor. Las ondas de sonido se convierten en calor que actúan en los tejidos profundos de la mano.

Las inyecciones de corticoides pueden representar otra forma de tratamiento conservador en pacientes con este trastorno. Las inyecciones de esteroides producen una mayor mejoría de las molestias hasta un mes después del procedimiento. No obstante, en muchas ocasiones, el dolor y las molestias pueden reaparecer después de un mes.

Hay que destacar que el tratamiento con corticoides reduce la síntesis de ciertas sustancias como el colágeno y los proteoglicanos, lo que llevaría a reducir la resistencia y elasticidad de los tendones de los músculos de la mano, lo que al final desencadena un proceso degenerativo en esta región anatómica.

Cirugía

El tratamiento quirúrgico se realiza para liberar el túnel carpiano, con el objetivo de aumentar el espacio en el túnel y de esta manera reducir la presión en los elementos que lo conforman.

Entre un 70-90% de los pacientes sometidos a este tipo de cirugía presentan muy buenos resultados en un largo periodo de tiempo después de haberse sometido al procedimiento.


Dr. William Bonifaz B.

Referencias

 

 

 

 

 

 

 



















 

 

 



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