La ecografía puede visualizar de manera segura la presencia de un saco gestacional de cinco a seis semanas a partir del último periodo menstrual y un polo fetal a las seis semanas, si están ubicados en el interior del útero. La cavidad uterina vacía aumenta la probabilidad de un embarazo extrauterino, que en algunos casos puede ser demostrado por medio de una ecografía transvaginal.
Una cifra de B-HCG de 6 500 mU/ml con una cavidad uterina vacía en la ecografía transabdominal es prácticamente diagnóstica de un embarazo ectópico. De igual forma, un valor de 2 000 mU/ml o mayor puede ser evidencia de un embarazo ectópico si no se identifican productos de la concepción de la cavidad uterina mediante la ecografía transvaginal.
La laparoscopia es el procedimiento quirúrgico ideal para confirmar un embarazo ectópico y en la mayoría de las veces para lograr su retiro sin necesidad de laparotomía exploradora.